
We are searching data for your request:
Upon completion, a link will appear to access the found materials.

Estimado lector:
Antes adentrarnos en la fachada de ladrillo y piedra, subir por sus escaleras de madera y cruzar la puerta de este minipiso situado a un corto paseo de la fortaleza Skasen Kronan, uno de los puntos más turísticos de Gotemburgo, le recomendamos dejar atrás todos los convencionalismos sobre viviendas, porque el hábitat que hoy visitamos no es como los demás. No lo es porque, conservando intacto el encanto del pasado, cuenta con todas las comodidades del presente. Porque, aunque no tiene muchos metros cuadrados (44 para ser más exactos), no resulta pequeño y el espacio de almacenaje no falta. Porque sus dos estancias pueden acoger múltiples actividades.
El edificio fue levantado por el arquitecto Hans Hedlund en 1899 para alojar a las familias de los trabajadores de los ferrocarriles. Durante décadas, sus moradores fueron haciendo reformas para adaptar sus hogares a los nuevos avances, pero sin hacer grandes modificaciones a su fisonomía, lo que le valió ser considerado edificio histórico en 2005, con la consiguiente protección legal.
Al entrar en este apartamento (disponible para comprar o alquilar a través de la agencia Alvhem) encontramos un hall con un gran armario empotrado y, de frente, un baño completo. A la derecha nos recibe una habitación con un gran ventanal y molduras originales en el techo que se ha preparado para usarse como salón durante el día y como dormitorio por la noche, con un rincón de trabajo y otro de lectura. Al salir, vemos la cocina al otro lado de la casa con una gran mesa con banco preparada para hacer reuniones de amigos o familia. Las puertas blancas de este cuarto esconden los electrodomésticos y una amplia despensa con mucha capacidad para almacenar. Todo en este hogar se ha pensado al milímetro para optimizar los espacios y crear estancias multifuncionales que se adapten al día a día y a las necesidades de sus propietarios.
www.alvhem.com
Estilismo: Pernilla Algede/House of Beatniks
Fotos: Anders Bergstedt

Visitamos un piso de 44 metros cuadrados en un edificio construido en 1899 en Gotemburgo.
Día y noche
Esta estancia se ha decorado para que haga las funciones de salón y de dormitorio.
Mucho estilo
Pequeños detalles, como un espejo redondo de grandes dimensiones o un papel pintado de cuadros, consiguen hacer elegante el espacio sin recargarlo.

La madera clara del suelo consigue dar calidez y luminosidad al espacio.
Tener presente el pasado
Los elementos originales de 1899, como las molduras y medallones del techo, se han conservado.
Ir a la luz
El piso cuenta con dos grandes ventanales con vistas a la calle.
En el aire
Un mueble blanco y de estilo minimalista suspendido en el salón-dormitorio.
Hacer mucho con poco
Aunque son pocos los detalles decorativos, su estilo ha conseguido darles presencia en el ambiente.
Trabajo y placer
En el otro lado de la estancia, dos rincones: uno de lectura y otro de estudio.

Una butaca cómoda y una lámpara de pie han conseguido crear el rincón de lectura perfecto.
A cuadros
El papel pintado de cuadros es un modelo clásico de Sandberg.
Lugar de trabajo
Rincón de trabajo con un sistema de estanterías que sirve como mesa y un taburete alto de estilo industrial.
El saber ocupa lugar
Con las estanterías se soluciona el problema de almacenaje típico de los espacios de trabajo y se proporciona una superficie de estudio.
Vista al frente
Desde el salón-dormitorio, vista del recibidor (en primer término) y de la cocina-comedor (al fondo).

Destinando cada estancia para más de un uso han logrado multiplicar las posibilidades de este piso pequeño.
Entrada
En el distribuidor nos encontramos con la puerta del baño y espacio de almacenaje.
Quedarse colgado
Aunque hay un armario muy amplio, se ha colocado un perchero para dejar los abrigos.
Gran capacidad
El armario de la entrada, con mucho espacio para almacenar.
Quedarse en blanco
El blanco consigue unificar todos los espacios y darle luminosidad.

En el otro lado del piso, la cocina con un office de grandes proporciones sirve como comedor y ñugar de reunión.
Bonito a todas luces
Para contar con luz de apoyo cuando se trabaja en la encimera se han colocado dos apliques ajustables en la pared.
Próxima parada…
El azulejo blanco de metro parece no pasar nunca de moda. Esta cocina es una prueba de ello.
Cocina completa
La cocina se dispuso en forma de L y está totalmente equipada.
Detalles
Se ha cuidado cada detalle para que esté dentro del estilo original del edificio. Incluso los interruptores negros de baquelita.

Detalle de la zona de cocción y d ela encimera de mármol blanco.
Lo que tuvo, retuvo
Junto a la zona de encimera, una alacena blanca antigua.
Lugar de reunión
La vida de una casa está en la cocina. Y con una zona de comedor como esta, aún más.
Asalto al banco
Como asiento, un gran banco de madera con cojines que asegura que las sobremesas se prologarán.
Arte mínimo
Decorando la zona de office de la cocina, dos fotografías en blanco y negro.
Comer con vistas
La cocina-comedor cuenta con un gran ventanal con marco arqueado.
Escondida
Las puertas blancas de la cocina guardan tras de sí secretos.
A buen recaudo
Como esta despensa con ventana de grandes proporciones.
Panelado
Tras otra puerta blanca, encontramos el frigorífico.
Blanco sobre blanco
Detalle de las puertas y del panelado de la cocina. Todo en blanco.
Baño
Encontramos un cuarto de baño completo el distribuidor de la entrada.
Baño pequeño
Se ha prescindido del plato de la ducha para optimizar el espacio.
Vida exterior
El edificio cuenta con varias zonas exteriores de uso comunitario.
Pura fachada
La fachada de ladrillo y piedra del edificio del arquitecto Hans Hedlund construido en 1899 para alojar viviendas para las familias de los trabajadores del ferrocarril.
Tener buena planta
Plano del piso de 44 metros cuadrados.